El sueño puede ser un desafío durante el primer año de vida de tu bebé, pero no te preocupes, ¡es completamente normal! Asegúrate de cuidar tus propias necesidades también para tener la energía necesaria para un día activo y divertido con tu pequeño.

Durante el día, tu bebé estará ansioso por explorar su mundo. Desde comer hasta gatear y jugar, el día está lleno de actividades para tu pequeño. Observa sus señales, si bosteza, voltea la cabeza y se frota los ojos, dale un breve descanso. A menudo, unas pocas caricias son suficientes para revitalizarlo. Recuerda, muchos bebés mayores de 6 meses necesitan dos siestas de aproximadamente 90 minutos, mientras que los niños mayores de 1 año suelen tener una siesta después del almuerzo.

Si tu bebé se despierta por la noche, intenta mantener la calma. Mantén la luz tenue y los ruidos al mínimo. Habla con una voz suave y serena o canta una canción de cuna. Evita jugar o realizar actividades que puedan estimularlo demasiado.

La organización y las rutinas son fundamentales. Crea un ritmo saludable durante el día, con horarios de comida regulares. Esto ayudará a tu bebé a desarrollar su ritmo natural de día/noche. Un ritual de irse a dormir puede ser útil para preparar a tu bebé para el sueño. Los libros ilustrados, rimas o canciones antes de acostarse pueden indicar que es hora de descansar. Sigue con un baño, cepillado de dientes y luego a la cama. No olvides esos besos y abrazos de buenas noches.

Proporciona a tu bebé un lugar consistente para dormir, preferiblemente cerca de tu cama. Si se despierta, encontrará que todo en su entorno es familiar, ayudándole a conciliar el sueño nuevamente sin mucha ayuda.

El sueño es un viaje, y cada bebé es único. La paciencia es clave mientras tu bebé encuentra su ritmo. Recuerda, estás haciendo un gran trabajo, ¡mantén la calma y sigue adelante!